Tus manos a tu espalda, cruzadas, atadas por un lazo invisible,
entrelazadas por la entrega y el deseo de la espera, el deseo de mi tacto,
que te eriza y que tu boca entreabre en muda súplica de más y mejor,
El lienzo para el color que tanto adoras,
brindado por bocados, azotes, pellizcos o el simple contacto de mis manos,
mi esencia parte de tu ser, el color que te ha dado nombre y te ha hecho mía,
Y ya no podemos negar ni tu ni yo, que nos ha superado,
que hoy suspiramos por unir nuestros cuerpos,
y nuestras almas, juntas brillan más que el mismo sol,
Que los cielos sean testigos de nuestra entrega y nuestra pasión,
las estrellas declaran el sincero latir de nuestro pecho cuando nuestras miradas se encuentran
y como la luna y el sol siempre juntos... tu... y yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario