Imágenes al azar.

domingo, 30 de junio de 2013

Mil lunas de entrega.

Todo pendía de un hilo, risas, sueños, complicidad y deseo enturbiado por una pasión desmedida. Los amantes no podían yacer juntos, su lecho se convertía en una ansiosa y dura puja donde ambos intentaban imponer su amor y su deseo por encima del otro para demostrar cuan grande era. Deseo nuclear... destructivo, arañazos, mordiscos, gruñidos y lagrimas ¡Que mezcla tan amarga para dos almas que podían resonar al unisono! 

Pero cuando casi anochecía y se marchitaba el amor entre ambos, cuando las fuerzas para luchar eran superadas por el dolor de las heridas que se ocasionaban en sus almas, un rayo de esperanza entro por la ventana. Era una noche de luna llena, y la luna majestuosa estaba subida en lo más alto de un cielo rodeada de estrellas. No hay Señora más sabia que la luna, a su alrededor brillan miles de millones de súbditos, infinitas almas conmovidas por su luz y su fría belleza. 

La mujer se giró apenas cubierta por un camisón corto de seda transparente. Caia sedoso dejando ver aquellas curvas que tan dolorosamente su hombre intentaba hacer suyas. Una sonrisa en su rostro, era una sonrisa de triunfo, de saber que tenía en sus manos la respuesta, la solución, el pegamento que evitara que sus almas se rompieran en pedazos. -Escúchame, porque esta noche y hasta que la luna apenas sea una daga de plata en el cielo, tu obedeceras y serás mío y nunca volverás a sentirte roto por dentro. El hombre la miró sin entenderlo, pensaba que aquella expresión encerraba de nuevo su intransigencia y su rectitud, su manía de salirse siempre con la suya y tomar de el a su antojo, y ya no le quedaban fuerzas.

-Y cuando la luna comienza a crecer hasta volver a hallarse en lo más alto, tomarás de mi lo que desees,  haras conmigo lo que quieras, te entregaré mi sumisión y mi poder para que lo guardes hasta que vuelva. El hombre sonrió y se acercó a ella. Desnudo se arrodilló abrazándose a sus piernas y besó su vientre -Siempre he sido tuyo, solo que no sabía como hacer para demostrártelo... tu me lo has enseñado... A tus pies mi Luna.