Imágenes al azar.

sábado, 20 de diciembre de 2014

Hay "personas que" y personas que.



Ayer me di cuenta de que todo este tiempo lo he estado haciendo realmente mal... A veces conocemos gente con la que somos lo mejor que podemos, todo lo que podemos dar de nosotros mismos, lo que nos permiten o lo que nos permitimos. Es como si uno tuviera las llaves de un ferrari y no lo dejara correr para que no se pierda el coche de cola.

Hay personas con las que se es por encima de nuestras posibilidades, más allá de lo que teníamos previsto, o de lo que creíamos ser capaces. Con esas personas se ríe, se llora, se maldice, se folla, se lucha y se rinde uno. Se rinde uno a su increíble fuerza para sacar tu autenticidad, para hacerte ser sin límites, descubriendo tu potencial como persona, como Dom, como amigo, o como hijo postizo.

Esas personas son el empujoncito que nos saca de nuestra autocompasión, de nuestra autocomplacencia, nos hacen ir más allá y lo hacen apoyadas en su buen humor, en su experiencia, en su constancia, en su apoyo sano y desinteresado por el mero placer de hacerlo.

Y de placeres va la cosa y de no limitarse a uno mismo, de no conformarse con lo que se ha sido o lo que se ha hecho hasta ahora, de vivir el día a día disfrutando cada segundo, saboreando las emociones, las apetencias, tomando lo que se desea porque se puede.

Aunque en mayor o menor medida esto me lo han venido enseñando muchas personas con las que me he cruzado, muchas veces se es ciego y sordo o más bien elegimos ser ciegos y sordo a las evidencias. Yo ya lo he elegido bastante tiempo, es una elección muy común y algo que nos impide ser felices con plenitud.

A todas esas personas hoy quiero darles las gracias, son las personas raras y diferentes, las personas complicadas, las personas que han pasado por mi vida y que muuuuchas veces han decidido quedarse pese a lo mal que haya podido hacerlo, pese a lo egoísta que haya sido.

Sería de favoritismos comenzar a dar nombres y muchos de ellos no se lo creerían o me mirarían con cierta incredulidad. A muchos de ellos se lo diré personalmente porque puedo, pero hay alguien a quién solo puedo hacerlo por aquí y por eso quiero agradecerle ser el detonante, el catalizador de estos pensamientos, de este salto y de la revolución alquímica que me ha hecho tomar estas conclusiones y esta actitud.

Muchísimas gracias mami difu, eres una persona realmente especial. tu hijo rebelde y descarriado te quiere y aprecia y espera seguir ahí dando guerra y sacando sonrisas ^_^

Estoy ahora mismo inmerso en una etapa de volver a empezar, de evaluar los daños, valorar las posibilidades, examinar mis prioridades, mis objetivos y muchas otras cosas. Se acabó atascarse en la perdida y convertirse en víctima de mis acciones o de las acciones de otros.

Y aunque se que hacerme estas promesas sobre estas cuestiones de forma tan tajante es algo poco realista acepto que han pasado y van a seguir pasando, pero pienso ser más Yo y más MaestroPurpura que nunca.

Gracias! :3

MP

miércoles, 17 de diciembre de 2014

EL NUEVO BLOG ABRE SUS PUERTAS

Muy buenas gentecitas de bien, hoy estamos de celebración para muchos y probablemente de lamentaciones para algunos, pero yo estoy contentísimo.

Abre sus puertas un blog dedicado enteramente a la temática del age play, esa temática DD/lg entre otras que a muchos os ha fascinado petando una entrada con cientos de visitas en tiempo record y que a mi personalmente me parece la más dulce de las mieles para probar en la vida...

Espero que os guste profundamente, y que despeje dudas tanto como haga a muchas personas encontrar su camino en las relaciones de D/s.



www.daddiesandtheirbabygirls.blogspot.com.es

lunes, 15 de diciembre de 2014

La educación en el BDSM

Hoy estaba dándole vueltas a la cabeza cual niña del exorcista y se me ocurrió un tema bastante interesante de analizar... Voy a intentar diseccionarlo y exponerlo con claridad a ver que os parece :)

Que levante la mano quien piense que el BDSM es una herramienta para que las personas venzan miedos, límites con el dolor, un método para conocerse mejor a uno mismo y saber de que se es capaz.

Ahora que levante la mano quien piensa que el BDSM es también una herramienta para sembrar en la mente de la parte sumisa las semillas para crecer y cambiar a nivel psicológico, para madurar y desprenderse de conductas, pensamientos y actitudes negativas en la vida que impiden la felicidad.

¿Cuántos habéis levantado la mano en la segunda opción? Yo no he podido... hasta ahora no he sido capaz de conseguirlo o de hacer un seguimiento tras una relación. De hecho hasta ahora no he sido capaz de ver la importancia de esta opción. ¿Creéis que cuando pasas por la vida de una persona la marcas lo suficiente como para hacer que esa persona cambie y crezca? 

Yo creo que a lo mejor es una meta poco realista, que la gente aun deseando vivir este tipo de relaciones para sentirse sujeta en las necesidades de dolor, placer, dominación o sumisión, más allá de satisfacer esas necesidades personales, como entidades únicas y separadas de la parte dominante, como personas con pensamientos, actitudes, ideas,  y costumbres adquiridas no adquieren conciencia muchas veces del deseo educacional y constructivo del Dom que intenta cubrir con sus manos más que lo físico.

Como Daddy eso se acentúa... si tu tienes una niña a tu cargo... tu deber es educarla, darle las herramientas y los medios para poder valerse por si misma, para afrontar situaciones, realidades, para enfrentarse a su peor enemigo, a si misma. Es frustrante y decepcionante ver a veces como hay personas que por más importante que puedas ser para ellas, por más que seas la expresión de sus deseos y placeres más profundos y tortuoso, por más que trates de llegar a ella con consejos, palabras dulces, palabras firmes y tu intención educativa no alcanzan a oírte o hacen lo que les marca su propia experiencia, costumbre o actitud ante la vida y sus situaciones.

Con esto no quiero decir que seamos siempre los responsables de esta educación, que tengamos la razón absoluta o la necesidad o el deber de enfrentarnos absolutamente a todo, es una carga de responsabilidad muy importante que no se puede ver a simple vista cuando conoces a alguien, que a veces surge con el tiempo o con situaciones detonantes.

¿Creéis que es factible lo que plasmo aquí? Se puede llegar a ese nivel de compromiso entre ambas partes? Espero que os haya gustado la idea y que hagáis vuestras aportaciones respecto al tema :)



viernes, 5 de diciembre de 2014

Conclusiones sobre la dominación psicológica



Después de los tres últimos relatos veía adecuado resumir la esencia de la magia que ocurre desde que el Dom y la sumisa se encuentran y esta da un seguro SI al ritual que durante 9 días la lleva a hacer el viaje de la transmigración del alma en sus manos.

No será la primera vez que lo digo... pero en la entrega todo empieza con el interés de las partes... con la necesidad de sumisión, de masoquismo, de sadismo, de dominación o de entrega para ambos. Eso es algo que nos predispone psicológicamente para concentrar nuestra mente en lo que tenemos delante, en lo que vivimos con una pareja de estas características.

Para el Amo, Dom, Daddy y cualquier etiqueta que quieras darle a la parte Dominante, es fundamental empezar a allanar el terreno de la mente de la sumisa desde que la conoce. Esa persona viene de otras relaciones, de otras experiencias, de costumbres, de necesidades ajenas... y corresponde al Dom a través de conversaciones discernir que cosas de las que hay construidas en los cimientos favorecen a su proceso de educación. Poco a poco lo va limpiando de lo que considera secundario y va estableciendo sus propios cimientos mediante acuerdos, negociaciones, y conversaciones. 

Este momento fundamenta el interés de un Dom en una sumisa, y su capacidad para crear expectativas que luego podrá cumplir o no, pero podéis considerarlo el anzuelo y la sustanciosa carnada que es paso previo a una profundización más intensa en lo psicológico que se apoya directamente en hechos físicos y emocionales.

Un Dominante crea necesidad en la sumisa, crea interés, crea deseo, crea confianza, crea veneración, crea entrega y la hace crecer. Planta en su mente todas esas semillas y las riega cada vez que sesionan y demuestra su capacidad para hacerla perder el control,  cada vez que cuestiona su proceder o la castiga y endereza por el, cada vez que se va lejos de ella y perdura en su mente y en el deseo de volver a encontrarle, en la íntima confianza que se crea para llevar las conversaciones a niveles cotidianos, personales, familiares y sentirse sujeta.

Pensaréis que simplemente os estoy dando un manual o unas directrices de como tener una relación de pareja pero os equivocáis si lo minusvalorais o lo reducís a eso o a que se trata de alguien que anula mentalmente a la otra persona para hacerle pensar como un robot os estáis perdiendo el cuadro entero por ver solo pinceladas del mismo u os estáis equivocando rotundamente y tenéis ideas bastante peligrosas en la cabeza.

Trabajar sobre todo lo citado anteriormente te permite tener lo que quieras de esa persona... obtener el SI para que durante 9 días se someta a tu voluntad en todos los aspectos sin límites ni concesiones... solo confianza ciega pura y segura.

La psicología de los personajes en esta historia responde a las necesidades de la sumisa y a sus propios personajes. Están ligados entre sí de una forma tan cercana por lo citado anteriormente y porque ya se habían encontrado anteriormente en su vida. La sintonía entre ambos es el fruto del trabajo del Dom por hacerle saber sus deseos y necesidades, por tomar con exigencia lo que necesita de ella y hacérselo aprender de esas tres maneras tan diferentes.

Un hecho importante que siempre tenemos que tener en cuenta es el factor de nuestro propio egoísmo... tendemos a querer erradicar, anular o rechazar aspectos de la psicología de la otra persona (independientemente de su rol) porque no nos convienen o no queremos aceptarlos ni tener nada que ver con ellos, y muchas veces eso no es posible, se trata de rasgos tan marcados en su propia personalidad que anular eso es dejar a la otra persona metafóricamente lisiada y a la larga es algo que acaba pasando factura por demostrar pobreza en empatía y sensibilidad.

En conclusión... la comprensión, la empatía, la escucha asertiva, la dialéctica, y los hechos, las acciones, la pasión y la seguridad... la dominación psicológica son los cimientos y la parte física los ladrillos, pero el amor y los sentimientos, el nivel emocional siempre será el cemento y fruto de todo esto junto hacéis que la otra persona se convierta prácticamente en la complacencia personificada y que supere límites y haga cosas por ti que no haya hecho por nadie antes, y eso es algo muy reconfortante. Pero no olvidéis las míticas palabras del Tio Ben, "Un gran poder conlleva a una gran responsabilidad".

A pesar de todo aun hay hoy día quien confundirá dominar psicológicamente a alguien y crear ese sentimiento de veneración casi sectario (visto desde fuera erróneamente o con cierto grado de humor desde dentro) con la forma de maltrato más cruel, en cierto modo no hay que decir que se equivoquen pues muchas veces nos encontramos con lobos con piel de cordero que realmente son hienas carroñeras. Llegan para causar daños y heridas de una profundidad severa con su estúpido egoísmo. No olvidéis que aunque seamos el avatar de lo divino, el muro contra el que os encadenamos o el tornado que os descoloca por completo vuestra integridad mental y física es lo primero y en el momento en el que sintáis que flaquean es cuando debéis preguntaos con quien estáis realmente. 

jueves, 4 de diciembre de 2014

Per infinitum puella felicitatis libertatisque: Etapa 3

A través de la niña libertad y felicidad infinitas: Etapa 3

En este proceso de purificación te hice subir a lo más alto, te golpeé, te traté con dureza, limé cada aspereza que el pasado había dejado sobre tu piel y tu esencia en manos de mi lobo, de mi bestia. En manos del Amo, te enseñé a abrir tu mente y a dejar salir tus pensamientos en la forma de palabras recibiendo una escucha asertiva y atenta, te dejé equivocarte para enseñarte la justicia de mis manos castigándote y la recompensa de mis labios tras el golpe. Caíste sujeta entre mis brazos. 


Ahora en el in crescendo más hermoso con tu alma desnuda e incandescente solo queda inocencia, devoción, entrega y pureza. La niña que reposa dichosa sobre mi pecho duerme en paz con el mundo, en paz consigo misma, abrazando su presente, abrazando su futuro, abrazando a su Daddy.

Es cuando estoy contigo que siento que mis días son ligeros, sencillos, llenos de pequeñas cosas por las que sonreír... como cuando paseamos y me haces preguntas, o cuando mi mano toma la tuya de esa forma tan característica e insustituible. 

Te siento conmigo cuando caminas en silencio unos pocos pasos por detrás situada siempre a mi derecha. A la derecha del padre... como si fuera Dios a tus ojos y te sintieras un corderito manso que sigue a su pastor... los ojos de una niña que mira todo con curiosidad insaciable, con veneración, con respeto, con impaciencia, con obediencia y travesura mezcladas con risas ágiles y sinceras... 

Nunca tuve que castigarte... nunca fue necesario, aunque lo hubiera hecho con la firmeza y el amor de un padre y hubieras aprendido al instante para dejar de llorar y besarme con esos pequeños labios que me hubieran derretido y hecho suspirar con aires de culpa y amor por igual.



Paramos a comprar  chuches y lames una piruleta en silencio mirando de vez en cuando mi sonrisa, apartando la vista con vergüenza pues tienes claro en tu mente que es lo que visualizo, algo que te gusta tanto como te incomoda. Hacemos nuestro el parque de siempre junto al margen del río, sentados en los mismos columpios al abrigo de la noche bajo un manto de estrellas.

Tu pequeño cuerpo se funde con el mío en un sin fin de abrazos, mis manos lo sujetan y lo pervierten con esa dulzura que te hace estremecer, ese amor que cosquillea entre tus piernas enrojeciendo tus mejillas. Y corremos a casa con tus cortos pasos en pos de mis zancadas con el deseo de tomar tu inocencia contra mi sexo ardiendo en mi corazón.

Mis manos recorren lentamente los senderos de blanca piel revelados entre tu vestido y tus medias, se pierden bajo la tela erizando tu ser mientras cierras los ojos y muerdes tus rosados labios anhelando cada caricia, cada beso, cada roce de mi barba contra tu piel haciendo cosquillas...

Mis labios rozan cada centímetro de tu cuerpo mientras mis manos lo desnudan tomándolo con lentitud y paciencia, aprendiendo cada lunar, cada peca, cada cicatriz... En una sucesión de besos suaves, castos, cortos, besos que siguen a un sin fin de besos, besos que humedecen tu pequeño sexo.

Y en nuestro pequeño nido rodeo tu cuerpo con el mío lo escondo y lo atesoro, lo penetro sintiendo como la niña que hay en ti es completamente diferente a la mujer... como su necesidad es más apremiante, su sensibilidad... su forma de abrazar mi endurecido sexo... con tus pequeños pechos rozando la sabana y tu cara escondida en la almohada... con nuestros gemidos envolviéndonos, acelerados, pausados, profundos, intensos...

Mi orgasmo se derrama en tu interior y permanecemos abrazados, tu cuerpo se fusiona con mi piel mientras tu mejilla se apoya en mi pecho y gozamos, nos acallamos, trascendemos, permanecemos y nos pertenecemos purificados y juntos para el resto de nuestros días.






domingo, 30 de noviembre de 2014

Quae quo altius in vinculo nascatur: Etapa 2

De la comprensión nace el vinculo más profundo: Etapa 2





Y el Amo ocupó el sitio del monstruo. Y si el monstruo era un animal sediento de satisfacer sus ansias de placer y dolor egoístamente, el Amo era un ser humano aunque no por ello menos exigente… exigente pero comprensivo y empático. El Amo derrochaba amor en cada gesto y caricia, y el monstruo satisfacía en ella la necesidad de ser tomada brutalmente, golpeada, marcada, humillada y llevada por su incandescente fiereza animal.

En el Amo encontraba paz para pensar… para sentir con tranquilidad y con precisión cada experiencia que vivía con él, cada práctica, cada sentimiento que provocaba en ella hábilmente, fascinándola y atrapándola entre sus palabras y sus manos como un mago que la moldeaba con su voluntad. La inmersión profunda y el sentimiento de sentirse guiada, protegida y exigida eran un oleada de gratitud que la llenaba, el Amo le daba un propósito superior… casi una razón para vivir.

El alma de la ahora sumisa brillaba y lucía más entera y limpia, las marcas desaparecían para dar pasos a nuevas marcas como flores lilas que se marchitan y apagan para volver a nacer en un ciclo continuo… la mano del Amo y su sonrisa y mirada de orgullo la acompañaban por la calle mientras la agarraba de la cintura y la lucía a ojos del mundo gritando en silencio lo feliz que se sentía de tener a su lado a una mujer como ella.

Las conversaciones sobre pasado y presente sucedían en cualquier lugar, en cualquier momento con naturalidad y sinceridad, y estas la hacían examinar sus anhelos, sus deseos, sus necesidad y sus metas. El Amo era esa persona que empujaba sus límites como un hábil psicólogo, como un amante avezado y dedicado, como un Maestro inflexible que te forzaba a superarlos para luego recompensarte con palabras de reconocimiento y gestos de amor.

Llovía, ella estaba sobre la cama mirando a su Amo mientras este encendía las velas que sacaron sus rostros de la penumbra en aquella oscura y fría tarde de invierno. La música sonaba suave y aquella pequeña mujer se retorcía entre las sabanas y la manta de la cama con algo de nervios mientras se mordía el labio. Su cuerpo chocó contra el de ella con la fuerza de una ola contra la pared de un acantilado tal era su tensión. Sabía lo que iba a suceder aquella tarde… era algo que temía y que no se sentía capaz de realizar. Y pese a que lo habían hablado infinidad de veces intentaba que nunca fuera la hora de la verdad. Las caricias, los besos, las manos de el agarrando con fuerza todo lo que era suyo, las piernas de ella enroscándose a su cuerpo como si quisiera formar parte de todo lo que significaba ahora… El deseo crecía contra su vientre duro cálido y firme y el de ella temblaba entre sus piernas húmedo y palpitante mientras los gemidos se derramaban contra el cuello de su Amo. El tiempo irreal y desnudo como ella dejó de tener sentido, aunque su cuerpo tembloroso y convulsionado marcaba el momento del primer orgasmo. Ahogado contra la boca de su Amo escapó por un hueco en gemidos incontrolados mientras su sexo se derretía entre sus dedos salpicando de placer el cuerpo de su amante.

-Sabes lo que quiero de ti…-dijo Él con una sonrisa mientras le permitía recuperar el aire y el espíritu. La cara de ella se contrajo en una mueca de frustración, pero Él la besó y la apretó contra su pecho -Has llegado a un acuerdo conmigo… has prometido que cumplirías todos mis deseos… y yo se con toda seguridad que eres capaz de esto… -susurró a su oído con aquella irresistible y seductora voz que erizó todo su cuerpo haciéndola entrecerrar los ojos de placer -Tómalo todo de mi… soy tuya…-dijo ella mientras llevaba una de sus pequeñas manos a su miembro para volver a endurecerlo, mirándole con sus tímidos ojos y la inocencia pintada en su rostro.

Él acomodó un cojín bajo su pecho y su vientre y acarició desde su cuello a su espalda lentamente hasta llegar a sus nalgas para separarlas y hundir su lengua en aquel lugar prohibido que la hacía retorcerse de placer al ser estimulado. Sus dedos pasearon por su sexo lentamente humedeciéndose con todo el placer acumulado y ascendieron lentamente por sus labios hasta llegar a su ano penetrándolo con lentitud y paciencia mientras su otra mano estimulaba su sensible clítoris.



La tensión era palpable al principio, pero lentamente el Amo con sus palabras, su paciencia y sus manos repartiendo placer y dolor de forma gradual y constante la sumergieron en una tranquilidad y una predisposición completa para terminar llegando al deseo puro donde su cuerpo se movía solo contra los dedos de este penetrándose profundamente entre gemidos que se acrecentaban inevitables y sinceros. Incluso llegó a tener en su interior la inimaginable cantidad de dos dedos lo cual era una proeza para ella. Y los dedos dieron paso al vibrador. Y el deseo de entregarle aquel lugar que siempre había guardado con celo y miedo eran ya plenos.

El glande tierno y firme rozaba su lubricado ano, y todo fue tan lento como fácil, se deslizó en su interior con calma arrancando profundos gemidos al sentir como aquella gloriosa carne desbordaba su estrecha cavidad anal abriéndose al Amo y dueño de cada centímetro de su cuerpo. Se sentía invadida por su virilidad de forma desesperadamente deliciosa, temblando sin control hasta que su cuerpo descansó contra el de el completamente llena.

Las embestidas fueron lentas al principio, la mano de ella con permiso de su vigilante Amo obtuvo el permiso necesario para recrearse de forma progresiva y violenta contra su sensible clítoris, convirtiendo su primera y ansiada vez en una caída en picado a la locura del placer apretando su miembro en cada orgasmo que contraía sus musculos y recibiendo su blanca esencia entre gemidos de placer y satisfacción absoluta.

Y por todo ello en su mente y su cuerpo, Él volvía a medrar, brotar y crecer como una lenta y fuerte enredadera, con sus deseos, sus pasiones, sus conocimientos, sus sueños, sus preocupaciones, su felicidad y florecía en ella junto con su propia necesidad de todo lo que Él significaba… Enamorada y entregada en cuerpo, mente y alma a su Amo. Pero el tercer día tocaba a su fin… y con este la segunda etapa… Y el Amo dio paso a la tercera parte de Él, el Daddy, que la purificaría por completo en su esencia más pura y sincera… la de su eterna niña.


sábado, 29 de noviembre de 2014

Purificati anima, ut vestri novus destination est alligatum: Etapa 1

Alma purificada, encadenada a tu nuevo destino: Primera etapa



La bofetada marcó el principio de todo… Pero no una bofetada de las que impactan y te dejan la mejilla roja. Aquella bofetada la tiró al suelo, desmadejada como un ovillo… rota nada más empezar por la sorpresa y la falta de preparación para aquel momento que tanto habían hablado. Su mirada siguió la trayectoria y ya no pudo separarse de los pies del ser inflexible y decidido que ahora la tomaba.

-Tu cuerpo y tu mente necesitan ser purificados… estas sucia… te has arrastrado por la miseria y la vergüenza, por un fango que desluce tu tierna y blanca piel… y si lo que realmente quieres es entregarte a mi completamente… tendrás que pasar por todo esto. ¿Lo has entendido?-dijo tomándola del pelo y colocando la punta del cuchillo bajo su barbilla mirándola con unos ojos y una expresión tan fría y seria que un estremecimiento la recorrió por completo mientras asentía en silencio. El cuchillo cambió de manos y otra bofetada la hizo torcer el gesto empeorando la quemazón de su mejilla -Si mi Dueño…-dijo ella con la voz entrecortada en un gemido estrangulado accediendo al ritual con el corazón acelerado pero la mente clara.

Durante tres días con sus tres noches aquella mujer fue lo más bajo… se humilló a sus deseos y se comprometió al ritual para convertirse en un animal que dormía a los pies de la cama cuando su Dueño consideraba que lo merecía, comía bajo la mesa en un cuenco metálico, le traía entre sus dientes las llaves, el periódico, las zapatillas y lo que requiriera. Durante tres días fue la perra obediente y sumisa que esperaba en la puerta cuando Él se iba para despedirle y lo recibía excitada y alegre cuando llegaba.

Era castigada cuando defraudaba a su Dueño demostrando flaqueza ante el acuerdo pactado. Los azotes llenaban sus nalgas y sus pechos de marcas púrpura, las bofetadas en su cara, la forma en la que la humillaba análmente jugando con su virginidad sin tomarla, las veces que sirvió de mueble en posiciones incomodas que al principio consideraba bonitas pero que terminaban por resultar dolorosas y cansadas, la temida cera derramada sobre su cuerpo cuando Él deseaba pintar, las pinzas que surcaban su piel de pequeñas marcas que dolían al ser retiradas sin piedad…

Obedecía para recibir sus premios de un Dueño serio que mostraba amor a través de sus pétreas expresiones acompañadas por caricias cuando menos y de los intensos orgasmos que le permitía tener cuando la usaba hasta dejarla exhausta. En los mejores momentos el salía a la calle y ella se abrazaba a su brazo. Lucía su collar de pinchos y una correa que era sujetada por su mano, llegaban hasta su parque favorito y allí Él jugaba con ella… lanzaba una pelota de goma y sonreía animándola a recogerla para luego acariciarle la cara y el pelo diciéndole lo buena chica que era.

Durante tres días y tres noches ella no tuvo voluntad, solo fue una perra que su Dueño acogió en su seno… Un animal sucio cubierto de mugre, roto, lleno de cicatrices. Pero su obediencia era pura y fiel… su compromiso de entrega… su necesidad de perfección para el que necesitaba que fuera su Dueño por siempre…

Aquello conmovía al monstruo, ver como aguantaba sus caprichos y retorcidos deseos demostrando su dureza y su masoquismo, estimulando su sadismo pero también sacando lentamente a flote a una parte de Él que se sentía orgulloso y enamorado de aquella pequeña y preciosa mujer. Esa parte fue tomando consciencia conforme los días terminaban y la acariciaba mientras dormía, curaba sus heridas en silencio, reconocía su valor y su sacrificio.

Y al amanecer del cuarto día… ella ya no yacía con el monstruo, yacía al lado de su Amo con un collar de cuero sencillo, elegante con una anilla vacía. Él se había convertido en la cadena, entrelazado a su pequeño cuerpo sujetándola contra su pecho despertándola con suaves besos sujetando su barbilla

-Buenos días-la sonrisa de su rostro y sus caricias la hicieron estremecerse de placer erizándose con un sentimiento de gratitud que la recorría. El dolor de las marcas permanecería durante un tiempo como testigo de aquella primera etapa sobre su piel y más profundamente arraigadas en el alma que había tomado entre sus manos para desgarrar lentamente de ella la infección que la había envenenado y ensombrecido.


viernes, 21 de noviembre de 2014

~Caperucita y el lobo #003~



En este erial desprovisto de vida los pasos se hacen más pesados cada vez, las huellas son borradas por la incesante nieve que no deja ver más allá, condenado a vagar eternamente en soledad con todo el peso de la vida sobre los hombros aplastando esperanzas y sueños que otrora fueran fuertes y ahora de cristal.

Los cortes en los pies tiñen la nieve de un rojo tan oscuro que parece negro y los fantasmas atormentan aullando en los oídos espoleados por el viento deseando invadir con su locura a un huésped de corazón cada vez más negro. La cordura se apaga con la última luz de poniente y la noche sin sueño termina cayendo.

La oscuridad densa y angustiosa lo envuelve todo, convirtiendo la agonía en una realidad asfixiante y eterna. Flotando en un cosmos extraño y hostil de ausencia, de silencio, un vacío donde los pensamientos más oscuros son repetidos una y otra vez hasta rebosar de desazón y abandono.

Los ojos cerrados, la respiración en paz, esperando el último final, resignación de todo el dolor con la sangre cristalizada en una flor que llevarse a su último y más largo sueño en vida...

Sin embargo todo pasa, la luz cálida cierra las cicatrices de los cortes, el dolor se vuelve menos pesado, el mundo cobra solidez de nuevo...

El lobo se encontraba ante la encarnación de su esperanza, de su dulzura, la niña de sus sueños, su tabla de salvación, arrojando a sus pies una rosa echa con su sangre mientras las blancas y muertas manos se desvanecen de su piel y el color blanco y puro retorna lentamente a su ser.

~Caperucita y el lobo #002~


Dulce e inocente niña que todo lo miras con tus grandes y curiosos ojos, tocando cada tronco de cada árbol haces de mi bosque tu patio de juegos, tienes el pelo negro como la noche y la piel blanca como la luna, esa luna por la que aúllo. Mis negros ojos te siguen y mis fauces se colman de saliva por desear morder tu piel. Juegas sin miedo... sin percatarte de que una bestia descontrolada y ansiosa por tu ternura te acecha en la oscuridad con el corazón acelerado por tu visión pequeño angel.

Quiero arrastrarte a mi infierno y romper tus huesos con mi abrazo hasta sostener tu alma entre mis dientes, pero a cada paso que doy tu ser me conmueve, purga mi oscuridad, la diluye, la esparce, se escapa por mis poros y tu refulgente brillo se come mi negrura desnudando mi alma de egoísmo e instinto asesino para transformarme en hombre.

Y te conviertes en mi obsesión, en mi fría estrella a la que rezo en silencio por poder poseer, tu candidez me desborda y tan solo deseo abrazarte y protegerte pues todas esas bestias que compiten en el bosque por comer tu carne y roer tus huesos no han podido ver tu alma como yo la siento y moriré antes de permitir que mancillen tu cuerpo.

Y así jugamos al escondite y yo te velo desde una distancia segura, batiéndome con monstruos y alimañas que te quieren dañar, sin importarme las heridas que me dejen esas batallas ni la espera hasta que tus ojos me encuentren y veas en mi... desarmándome... esperando que tu niña no se rompa por ver en mi a un hombre lobo con pensamientos sucios y corazón rebosante de buenas intenciones.

Pero te juro que aunque me rechazaras... aunque desaparecieras de mi bosque seguiría esperándote, aullando a la luna a solas con mi esperanza, con el profundo anhelo de tenerte mía de protegerte y colmarte de mi luz y mi oscuridad.

domingo, 16 de noviembre de 2014

-Caperucita y el Lobo #001~

Todos tenemos un bosque en nuestro interior, nuestra naturaleza, nuestros pensamientos y nuestras vivencias lo modifican... lo moldean y lo convierten en el reflejo de lo que sentimos. El bosque de Caperucita era inmenso, inmenso y oscuro, la luz apenas se filtraba por el techo donde las copas de los arboles se juntaban tanto que creaban un ambiente opresivo de silencio y soledad.

Era una mujer menuda, pero a los ojos de alguien que mirase más allá de la superficie de las apariencias era una niña. Era como si la oscuridad de su bosque hubiera salido a través de sus heridas para envolverla en un halo de introversión. Su piel brilla con la fuerza de una estrella y en ella se dibujan constelaciones que aun no tienen nombre.

Cuando Caperucita era golpeada por la vida se hundía en la oscuridad de su bosque y vagaba donde sus pequeños pies la llevaran, refugiándose al amparo de su eterna sombra con la firme intención de llorar toda la sangre y el dolor de sus heridas.

Podía gritar, podía intentar destruir las paredes de su jaula con sus pequeñas manos, pero era inútil nada salía al exterior, nada que demostrara su sufrimiento o su dolor, y allí se acurrucaba y languidecía hasta que el dolor pasaba y podía ponerse nuevamente en pie para volver a salir al mundo exterior.

Un día mientras la dulce Caperucita vagaba pesarosa y aturdida sintió como los vellos de su nuca se erizaban. Miró en todas direcciones sintiéndose observada sin comprender como alguien más aparte de ella podía entrar en aquel lugar tan íntimo y personal. Y entonces le vio.

Era un lobo enorme... su presencia la hacía empequeñecer hasta sentirse diminuta. Su piel era negra como la noche... parecía rezumar un brillo extraño como si estuviera húmeda... Estaba impregnada de la oscuridad de caperucita, había entrado en su bosque y a su pelaje se había adherido su esencia. El lobo la miró y se acercó lentamente a ella. De sus fauces salían nubecillas de vapor que se proyectaban hasta la pequeña caperucita. Sus colmillos eran enormes, sus músculos poderosos y sus ojos profundos rebosaban inteligencia y comprensión.

-¿Quién eres y cómo has llegado hasta aquí?-dijo caperucita con voz suave y tranquila, sin un ápice de miedo en ella.

La voz del lobo llenó su mente, era una corriente grave y profunda que la hacía vibrar, sus palabras resonaban en su cuerpo dolorido reconfortándola y acelerando su pequeño corazón en su pequeño pecho

-Soy el cazador y bestia... tu me has invocado... tu lamento silencioso me ha atraído hasta este lugar.

La mirada opaca de Caperucita atrapada en los ojos del enorme lobo se desvió un instante para mirar al suelo mientras volvía a sentarse abrazándose las rodillas y colocándose su capucha

-Márchate... no tienes nada que hacer en mi prisión... no perteneces a este lugar -dijo con voz monocorde sin volver a mirarle a los ojos.

El lobo rugió de forma atronadora, el ambiente resonaba como cuando un enorme trueno estallaba quebrando el silencio. Su fuerza fue tal que el bosque se estremeció resquebrajándose. Caperucita miró hacia arriba, una lluvia de hojas grises caía sobre el suelo y vió como lentamente la luz fue invadiendo el bosque, filtrándose desde las copas de los arboles. La niña intentaba en vano huir de su cegador brillo y de su abrasador calor sollozando asustada, hasta que de repente se vió cobijada bajo la enorme sombra de aquel lobo que dió unos pasos hacia ella. Caperucita alzó los ojos y vió como aquella húmeda oscuridad que rezumaba su pelaje se disolvía evaporándose al contacto de la luz.

El lobo envuelto en un halo de luz dorada la miraba ahora con la misma firmeza en sus ojos, pero su piel brillaba blanca y pura, desprendía una calidez inexplicable que la envolvía.

-He venido a llevarte conmigo, lejos de aquí - sentenció sin esperar ningún tipo de réplica al respecto. Sus palabras eran una declaración de intenciones firmes y absolutas.

La niña rompió a llorar abrazándose al enorme cuello del animal mientras este le ofrecía su calor y las caricias de su enorme morro para consolarla.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Lo que sucede bajo la mesa

Bajo la mesa nunca sucedía nada interesante, los pies de los comensales chocaban con las patas de esta, los invitados se incomodaban unos a otros al relajarse tras la comida y estirar las piernas para ponerse cómodos y Eva dejaba caer comida que su pequeña laika corría solícita a engullir cosquilleándole en los pies con su húmeda lengua agradecida y pidiendo por más. Pero nada como lo que sucedió aquel verano... nada como la revolución que aquel apuesto hombre trajo a su cuerpo y a su vida.

Eva Parker... Evita para su familia era una niña adolescente. Su madre era ama de casa desde que se casara con su padre un ejecutivo importante de una firma de abogados. Vivían bien, tenían todo lo necesario para vivir y un poco más para hacerlo acomodadamente. Iba al mejor colegio de la zona, un colegio para señoritas exclusivo y bastante elitista para su gusto, pero ¿quién era ella para negarse a lo que sus padres con tanto sacrificio le ofrecían?

Era una buena niña al fin y al cabo, responsable en clase, obediente en casa, nadie podía decir nada malo de ella. Su vida hubiera sido aburrida de no haber tenido a otras amigas tan excesivamente reprimidas y protegidas con celo por sus padres como ella con las que relacionarse. Pero eso cambiaría muy pronto... Evita se adentraría en un mundo tan basto e impredecible como incontrolable donde Él sería su guía, aquel hombre que cuando la miraba hacía que su mundo se tambaleara, sus labios se entreabrieran y sus pupilas se dilataran.

Su padre había tenido un infarto al corazón poco antes de ese verano y al ser lo suficientemente mayor había optado por una prejubilación con la que ir tomándose las cosas con calma, ya que el dinero no era el mayor de sus problemas, su fondo de pensiones privado era lo suficientemente abundante como para retirarse a una casita en la playa y vivir de las pensiones del estado y el fiduciario que mandaría a Evita a la universidad estaba bien protegido y dispuesto si ellos llegaban a faltarle.

Fue en ese entonces cuando tuvo que instruir a alguien mucho más joven que el para que tomara su posición en la firma. Se trataba de James Black un joven que aparentaba estar cerca de los treinta, inteligente, ambicioso, que se acercó a su mentor en previsión de un ascenso futuro, lo que no esperaba era que la oportunidad se presentara de aquella forma tan inesperada apenas unos años después de que terminara la carrera y comenzase a trabajar para aquella prestigiosa firma.


El Señor Black siempre era muy educado y atento con Evita, cada vez que su padre le invitaba a casa le traía unas chucherías; algún que otro vestidito de flores de los que tanto le gustaban, bisutería con las que ella se sentía como una autentica princesa de cuento, y libros. Estos últimos detalles la satisfacían especialmente, ya que Evita era una persona muy fantasiosa y soñadora, y no iba a negar que con su estilo de vida a menudo necesitaba evadirse y viajar a mundos increíbles donde soñaba que era otra persona más aventurera. Empezaba a entrar en esos años donde sus inquietudes sobre la vida que llevaba la hacían sentir disconforme con las decisiones y ordenes de sus padres.

El Señor Black como la llamaba ella siempre que le veía (a lo que el respondía con una amplia sonrisa llamándole pequeña) era un hombre que se había ganado el corazón de toda su familia con su carácter amable y sus modales refinados, especialmente el de Evita la cual lo veía como un caballero andante de brillante armadura. 

Pero sus orígenes eran humildes, era un hombre que había pasado por muchas penurias para ser aceptado socialmente al provenir de una familia de clase media baja, sin embargo su esfuerzo académico le hizo ir venciendo aquellas trabas poco a poco. Eso junto con el fallecimiento de sus padres a una edad tardía dejándolo prácticamente huérfano de familia (a excepción de una lejana tía solterona con la que nunca había cambiado más de dos palabras) ayudó a borrar la lacra que era su vida en ciertos círculos, no sin perder por ello sentimiento de ser un infiltrado entre aquella elite que de haber sabido su historia casi le habrían escupido a la cara. Como resultado de todo aquello... lejos de su vida laboral se transformaba en una persona completamente diferente.

Su forma de tratar a Evita podía parecer que fuera cortesía con la flor de los Parker... pero en su fuero interno era un gesto donde intentaba mitigar su cautiverio trayéndole cosas de un mundo exterior que ella no conocía. Al principio eran chucherías bajo una mirada molesta y unos labios apretados de desaprobación de la madre, pero después fue comprando su simpatía y atenciones con todos aquellos detalles. 

La clave estaba en los libros. En esos libros la niña salía de la pequeña caja que era su vida y su educación. Un día les confesó que se había sacado el carnet de la biblioteca y buscaba excusas para alejarse de las tardes soporíferas en casa y pasarlas allí aduciendo que tenía mucho que estudiar, algo que sus padres veían con buenos ojos. En aquel magnifico lugar impregnado del mágico y reconfortante olor de la celulosa Evita conoció clásicos... y un día bajo las sugerencias de su profesor de literatura clásica llegó a sus manos un texto de un autor ruso sobre una tal Lolita. 

Lo que leyó en sus páginas la impresionó tanto que tuvo que devolver el libro muerta de vergüenza a su lugar con el corazón encabritado. Evita había jugueteado quizás por vez primera con cosas que aun no entendía y que le hacían sentir como su sangre se agolpaba en partes de su cuerpo haciéndole experimentar sensaciones de las que era incapaz de ponerlas en palabras en su diario. Desde aquel día mirar a aquel hombre tan intenso y atractivo se le hacía difícil sin recordar las sensaciones que le produjera ojear las páginas de aquel libro.

Una inquietud crecía en su pecho, sus relaciones con los hombres habían sido escasas a excepción de la que mantenía con su propio padre, Evita estaba despertando como mujer al estímulo que causaba en el los cuidados y atenciones del Señor Black, un hombre que no había hecho más que cuidarla y tratarla con respeto, pero no de una forma tan poco realista como sus padres. El Señor Black la trataba como una persona inteligente y con deseos de conocimiento y eso solo hizo acrecentar su respeto, el rubor de sus mejillas y su corazón palpitando cada vez que le sonreía.



Todo cambió en una noche... Una noche de acción de gracias con toda la familia (incluida el Señor Black que ya casi era un miembro de esta) rodeando la mesa, con el Señor Black junto a Evita frente al Señor y la Señora Parker, bendiciendo la mesa y los alimentos de los cuales iban a disponer... Aquella noche el roce de la mano del Señor Black sobre su muslo desnudo para hacerla participe de su aburrimiento en la conversación sobre política despertó una intensa sensación de cosquilleo junto con su acelerado pecho y una débil y trémula sonrisa en su sonrosada boca. Apenas fue un instante, pero aquello hizo que algo se removiera en ella algo cálido como una burbuja que había estallado calentando su pecho y su cara con su salpicadura, bajando hasta sus piernas y perdiéndose en las profundidades entre sus muslos con un persistente pulso.

Durante la sobremesa y a petición de su padre, Evita deleitó a todos cantando mientras el  Señor Black tocaba al piano. Ella quiso que le enseñara a tocar a lo que sus padres accedieron mientras iban retirando la mesa para pasar al café y las copas para ellos en el despacho y los postres para ellas en la cocina. Aquello colocó al Señor Black en una posición delicada cuando Evita se acomodó entre sus piernas para llegar a los pedales. Este acariciaba sus manos colocándolas con delicadeza sobre las teclas sin forzar sus movimientos para hacerlos casi tan suaves como cuando el acariciaba el teclado. Mientras le hablaba en una voz suave y cálida al oído dirigiéndola para aprender lo básico su voz se entrecortó al sentir como Evita se movía lentamente hacia atrás para apretarse contra su cuerpo -Puedes tocarla otra vez? -le dijo entonces con su voz inocente y dulce en un suspiro de suplica por no dejar de sentirle. 

James no sabía que hacer, pero su cuerpo iba más deprisa que su mente, Evita se frotaba contra su entrepierna suavemente y su miembro se endurecía contra el virgen cuerpo de esta mientras sus manos ya comenzaban a tocar una pieza que por fortuna conocía de memoria. Su aliento subía y bajaba sobre el cuello de Evita mientras los ojos de ambos se cerraban y sus respiraciones se aceleraban sintiendo la música y la dureza de sus cuerpos conociéndose. Evita comenzó a sentir como su sexo palpitaba por primera vez, como su húmeda flor se abría hinchada de gloriosa excitación entre las piernas de su caballero de brillante armadura cayendo en picado hasta un orgasmo acompañado por el cresccendo de la música apretada contra su duro miembro con los labios abiertos de par en par  en una espiral de deseo que la cambiaría para siempre... que los cambiaría para siempre... se había abierto la puerta a todo el universo, las estrellas brillaban cegadoras...



martes, 16 de septiembre de 2014

Lo que Daddy da... Daddy lo quita


Lo que Daddy te da son caricias especiales... nunca nadie te tocará como te toca Daddy, nadie más hará que tu piel se sonroje y tu labio tiemble, que tus piernas flaqueen y necesites sus brazos como un naufrago una balsa en alta mar...  Son las caricias que solo guarda para su niña, para despertar la curiosidad y los deseos que duermen en ti.

Daddy te da regalos, te lleva al parque un Domingo y te compra el helado de tres bolas que más te gusta para el camino, aunque sabe perfectamente que tendrá que terminárselo Él. Pasea contigo agarrando tu pequeña manita con seguridad y calidez, vigila donde pisas y no deja que tropieces o que cruces la calle sin mirar, reteniendo tu intrépido y temerario paso. Y llegas al parque y ríes mientras charláis de trivialidades o cuando te columpia hasta lo más alto. 

Daddy te ama... Daddy te hace sentir tremendamente especial... satisface una parte de tu interior que nadie sabía ver... que usaban de forma lasciva y desagradable haciéndote sentir sucia...  pero el no... El promete atesorar esa parte inocente y pura de tu sentir, que casi como una personalidad reprimida se deshace en sonrisas y suspiros de felicidad cuando la tomas en brazos...

Un día preguntarás si puedes casarte con Daddy y él se echará a reír... te prometerá que estaréis juntos para siempre y sellará su promesa con el dedito... Y esa noche en la cama mientras lo abrazas te dará esas caricias especiales que tanto disfrutas... los besos en tus pequeños labios que cortan tu aliento... Y alimentará tus suspiros convirtiéndolos en gemidos, acelerando tu pequeño corazón sin que entiendas muy bien que son esas cosquillas tan dulces que sientes entre tus muslos... Daddy sonreirá y te acariciará el pelo mientras te apoya sobre su pecho sin cesar sus caricias demostrándote que es lo que sientes. 

Utilizará palabras sencillas... te hablará del amor que os profesáis, de como esas caricias simbolizan ese amor, de como cuando Daddy se pone feliz su cosita se endurece y el roce o las caricias de tu mano lo hacen feliz. De como tener dentro a Daddy te hará sentir la nenita más feliz del mundo. Toda esa dulzura abrirá ante ti el camino del amor y la confianza... de la comprensión... de la curiosidad y el deseo de que Daddy te enseñe cosas nuevas, sumergiéndote en su lujuria, en su amor... pero al ser una niña tu vergüenza es vencida por tu curiosidad a duras penas... y eso requerirá de la paciencia de Daddy en ciertas cosas... sin embargo solo por el hecho de hacerlo feliz siempre que seas capaz de llevarlo a cabo serás incapaz de rechazar la necesidad de obedecer...

No obstante será inevitable que ocasionalmente te sientas especialmente traviesa... y será divertido pinchar a Daddy... saltar sobre sus rodillas... hacerle cosquillas... esconderle los juguetes que hacen pupa... Y al principio Daddy te seguirá el juego... será divertido... pero cuando su semblante se torne serio sabrás que tus juegos han sobrepasado el límite de lo correcto... y... glups!

Daddy podrá quitarte los juguetes que tanto te gustan... podrá prohibirte ver la tele o acostarte tarde... te obligará a comer tus verduras o ese plato que tan poco te gusta y tan necesario es para ti... se sentará contigo a ayudarte a hacer tus deberes o a estudiar pese a lo mucho que deseas jugar con él...

Daddy te pondrá sobre sus rodillas y te azotará... notaras ese picor y ese ardor en tu culito y la vergüenza y la decepción de haber sido una niña traviesa... pero eso no significa que Daddy ya no te ame! Todo lo contrario... Daddy te castiga para educarte... Daddy acaricia tu culito maltrecho y le dará besitos... pondra cremita y soplará sobre el para que sane pronto y te cuidará como la princesa que eres para después abrazarte y hablar sobre lo sucedido...

Daddy da... Daddy quita... pero sobre todo... Daddy ama...


"Un Daddy Dom debe mimar a su pequeña hasta que sonría
Besarla hasta que suspire
Azotarla hasta que pique
Masturbarla hasta que se empape
Lamerla hasta que tiemble
hacerlo con ella hasta que grite
y siempre SIEMPRE respetarla"

lunes, 15 de septiembre de 2014

Baby now... I want you now


Extraño esa manera en la que tus bragas se humedecen bajo mi mirada, en que tu piel se eriza bajo mi aliento, en que tu cuerpo se curva contra mi sexo.

domingo, 14 de septiembre de 2014

La perdición de una sonrisa inocente

He descubierto la belleza en pervertir la inocencia... Esa vergüenza que nace de esconder los deseos más profundos y secretos... esos juegos de adultos que a ella le daban tanto miedo como curiosidad.

Largo tiempo jugueteé con una palabra que pudiera definirme sin estar completamente satisfecho... Las etiquetas son tan pegajosas como poderosas y una vez las llevas, para los ojos del mundo no ven otra posibilidad más allá, yo soy de los que creen que estamos en constante cambio, que nos adaptamos a lo que vivimos... pero sinceramente se que mientras tenga a alguien más pequeño que yo en esencia, en pensamiento, en actitudes... seré DaddyDom.

Pero dejadme contaros como empezó todo esto...

¿Cómo no iba a enamorarme de ella? La culpa la tuvieron esos ojos que sonreían sinceros e inocentes cuando miraban el mundo con su curiosidad... Esos ojos que se quedaron fijos en mi y que me fijaron a su alma con este deseo tan febril de poseerla y cuidarla. Con el cuerpo de una pequeña liebre más esquiva y asustadiza que nadie, su piel era blanca y salpicada de las estrellas del firmamento, y en la oscuridad mis dedos las contarían con infinita paciencia saboreando su hermosura y el sedoso tacto de sus blandas carnes. Su boca era una pequeña fruta madura, del rojo más intenso y destilando dulzura en cada beso que te robaba, me alimentaba de su inocencia y llenaba sus labios de la cálida y avergonzante hiel del deseo. Sus pequeñas manos tocaban el mundo que la rodeaba descubriendo y memorizando entre sus dedos cada pequeño detalle; El tacto de la hierba mojada, el lento discurrir de un arroyo, el vello de mis brazos con el que enredaba cuando se perdía en sus pensamientos... Toda ella me fascinaba, era pura energía y vida, con su pequeño cuerpo y su cálido corazón escondido en su pecho.

Una tarde de otoño caminábamos por el parque, tu nerviosa y yo seguro mientras te hablaba, ibas caminando con tus botas de aguas por aquel estrecho bordillo mientras observabas en el cielo las hojas llover... Mis brazos, estos firmes y seguros brazos te acogieron y tu caída se convirtió en equilibrio y en ese momento, escondida en mi pecho te besé lenta y suavemente. Tus labios temblaron bajo los míos y mientras sus ojos se cerraban abandonándose a aquella dulce sensación, tus pequeñas manos se aferraron a mi cuerpo incapaces de rodearme por completo. En ese preciso instante que congeló el tiempo, oculté tu belleza a ojos del mundo en esta jaula llamada amor y escondí la llave en lo más profundo de mis entrañas donde nadie pudiera encontrarla.

Mi amor por ti es el de la oscuridad sobre la luz, te devoro hasta casi extinguirte, te sientes rebasada, rodeada de mi presencia y de mi deseo, inundada por el lanzándote a complacerlo con tus mejillas arreboladas y la respiración agitada sintiendo tu pequeño sexo palpitar desnudo bajo tu falda... es el de un padre con su hija, te sostengo y te guió, te suelto para que hagas equilibrios sobre la cuerda de la vida mientras te miro de cerca, dispuesto a cogerte en mis brazos cuando caigas a lo más hondo del precipicio.

Mis manos justas corrigen tus acciones sobre mis rodillas en cada azote y limpian las lagrimas bajo tus ojos mientras absorbes mis suaves palabras mezcladas con sal en un mudo y dolido silencio aprendiendo a comportarte como una buena niña.

Disculpas tímidas y suaves, besos húmedos sobre mi barba que te pican haciéndote reír... No puedo evitar esbozar esta gran sonrisa, soy el hombre más afortunado del mundo por tener y cuidar el amor que me da una dulce niña.



sábado, 2 de agosto de 2014

En estado de gracia



Muy buenas mis silentes lectores. Aún no me queda claro que queréis que os escriba, por lo que sigo escribiendo cuando y lo que me apetece. Hoy os traigo una reflexión sobre un tema que probablemente conozcáis ya pero que no deja de fascinarme.

El título de esta entrada hace referencia al estado de gracia que Amo y sumisa pueden llegar a alcanzar durante sus sesiones. ¿Nunca os habéis sentido como en la cresta de una ola como dominantes o sumisas en una sesión? Pues se trata de vuestro cerebro agitando una coctelera gigante y sirviendo un baño de estimulantes en vuestro cuerpo.  Está estudiado que es una cuestión neuroquímica y es que todo está en el cerebro. Durante una sesión donde se rebasan límites importantes en el sentir de ambas partes en cuanto a dolor y excitación, nuestro cerebro llega a liberar una autentica tormenta de sustancias químicas naturales en nuestro cuerpo, os hablo de las endorfinas, la adrenalina, la serotonina y otras hierbas similares. 

Esto puede llegar a causar que ellas/ellos se hagan más resistentes e insensibles a las practicas a las que se vean sometid@s y Ellos/Ellas alcancen sensaciones de poder descritas como si los sentidos de concentración y las acciones se afilaran como una lanza resultando en que la escena alcance unas cotas de intensidad no experimentadas con anterioridad. Se habla de ello como la sensación que produce un chute de morfina con la diferencia de que se trata de una respuesta natural del propio cuerpo ante la urgencia que producen la intensidad del dolor y la excitación.

Yo personalmente creo que en varias ocasiones a lo largo de mis experiencias de Dominación he llegado a sentir esta metafórica ebriedad de poder. Sin lugar a dudas es algo que tiene que ver con lo psicológico, con la complicidad y la afinidad que se tiene entre ambos compañeros en la escena. Y es que no se trata de un tema para tratar a la ligera, nuestr@s sumis@s nos ceden un poder inimaginable que aumenta cuando el masoquismo y el sadismo se halla en el tablero.

No obstante existen contraindicaciones al alcanzar esta experiencia de fervor compartido. Imaginaos que la sesión es la subida de una montaña rusa altísima, que a través de la experiencia cada vez más intensa vais trazando picos hasta llegar a lo más alto. ¿Qué es lo que espera arriba? Espera una inevitable caída en picado para ambos que solo puede verse subsanada con la comprensión mutua y con un indudable aftercare que atienda no solo físicamente sino psicológicamente a ambos.

La caída en picado de la parte sumisa puede derivar en un estado de depresión, ansiedad o shock intensos que puede aparecer horas o incluso días después, como si la mente desconectara del cuerpo primero para hacértelo sentir de golpe más tarde. En cuanto a la parte Dominante estos pueden llegar a experimentar un sentimiento de culpabilidad y autoflagelación importante al ser conscientes una vez fuera de la escena de las consecuencias de sus practicas sobre su pareja.

Yo que me declaro fan y fiel seguidor del BDSM consentimiento(s) no pongo en duda que debe ser una experiencia increíble, el pegamento mágico para consolidar una relación de D/s por lo que me han descrito. Tengo muchísimas ganas de vivirlo con mi actual pareja de juegos y se que está en ambos el poder superar los límites necesarios para llegar a este estado de gracia y luego recuperarnos mutuamente de la inevitable caída.

Agradezco mucho los consejos de algunos de mis tuiteros favoritos. Espero que este post os haya servido para motivaros una nueva búsqueda. Seguiré esperando vuestros comentarios y peticiones, me encantará responderos.


viernes, 1 de agosto de 2014

Historias Prohibidas #004

El regreso del halo dorado


1.Ella no puede sino vivir en las sombras. De piel pálida y suave como una rosa lleva sangre lunar en sus venas y su fragilidad es engañosa.

2.De noche es ágil y esquiva. Cervatilla, la pieza más deseada, huidiza de Diosa encarnada, tendrás suerte si la acaricia tu mirada.

3.Pero un día de buena mañana se vio entre rayos apresada. El astro sol en un hombre encarnado la ansió en una sola mirada.

4.Apresada, forzada, arrodillada y golpeada, su luz la paralizaba y la maravillaba y su fortaleza le entregaba abandonada.

5.Ella que siempre había guardado para si su inocencia y su vergüenza tres su mirada sepultada... ahora se desconocía por completo.

6.Pero en su pecho la respiración desbordaba crecía y arrasaba imparable con sus dudas, con sus miedos, con su inocencia.

7.Y en el climax de aquellas sensaciones, con ojos vidriosos y labios maduros, cuando creía que iba a romperse se sintió liberada.

8.La rompieron como una ola en el punto más álgido hasta que su cuerpo y mente se dejó bañar pr los dorados rayos del sol en un mar en calma

9. Sin humillación, marcada e impregnada del sol, blanca e intacta su piel que había ardido sin quemarse con su dorada marca resplandecía.

10.Y esta es la historia de los hijos de la luna y el sol.

viernes, 18 de julio de 2014

10 errores conceptuales sobre el BDSM

Hace tiempo que quería dedicar una modesta entrada a los errores conceptuales que habitualmente tienen lugar tanto dentro como fuera de cerebros ya sean pertenecientes o ajenos a la escena del BDSM. En esta sencilla lista probablemente puedas identificarte con más de un caso ya sea propio o no. Probablemente haya items que no salgan en ella por lo que puedes aportarlo en comentarios para ir actualizandola :D



-El BDSM es una perversión" o "Eso del sado es cosa de gente enferma"

¿Quién no ha escuchado más de una vez esta reacción o incluso a llegado a pensar de si mismo que tiene un grave problema por disfrutar de este estilo de vida?

-No confundamos BDSM con violencia: 

Se trata de una decisión concensuada entre ambas partes donde dos adultos de forma consciente acceden a diferentes tipos de prácticas.

-"Si no me hablas de Usted es que no eres tan sumisa"

Jajajá y jajajá... El protocolo no es una señal obligatoria de respeto, debería ser un acuerdo mutuo más que parlamentar y marcar, no una autoexigencia porque algún elemento se considere a si mismo algo que no es.

-"Las sumisas son mujeres sin autoestima"

Nunca una afirmación a podido estar más equivocada... Por lo general las mujeres sumisas son personas con un carácter, una independencia y una resolución evidentes. Como todo es seguro que habrá casos donde esta afirmación se cumple lo cual entraña un riesgo o la posibilidad de un apoyo firme que la haga enderezarse y crecer.

-"Los Amos son personas expertas que deben saber manejar todo tipo de instrumental"

Verdad a medias o afirmación incompleta. Es seguro que un Amo debe dominar sus practicas en pos de la seguridad de su sumisa, sin embargo nadie nace sabiendo y todos los Amos hemos sido aprendices en un momento de nuestra vida, lo cual no nos hace menos válidos.

-"Una sumisa debe estar dispuesta a todo, sin importar lo que el Amo pida"

Esta concepción errónea puede llevarte por caminos muy oscuros y acceder a realizar practicas que entrañen sufrimiento para tu salud física o emocional. No olvidemos que este tipo de relaciones se basan en la confianza en la delimitación de fronteras no traspasables. 

-"Ser sumis@ implica ser sadomasoquista"

Pues la verdad es que no. Hay gente que disfruta únicamente con la sensación de abandonarse a otra persona, de servirla, de ser usad@ por el/ella sin la necesidad de experimentar a través de ello un dolor que le rente placer.

-"No existen las personas perfectas" 

Partiendo de la base de que somos humanos y está en nuestra naturaleza equivocarse, es inevitable que esto ocurra antes o después en ambas partes. Porque los Amos también se equivocan.

-"Ser Dominante te da derecho a tratar a las personas sumisas como algo inferior"

Tristemente es el error más común fruto de la falta de educación... El respeto es vital a cualquier nivel en la vida y las sumisas como tal por su entrega y disposición para el sacrificio en algunos momentos merece respeto y comprensión.

-"Es demasiado joven, debe estar muy perdido, seguro que no tiene ni idea"

La edad no necesariamente debe ser un certificado de madurez y experiencia. De nuevo, nadie nace sabiendo y no merece menos respeto una persona joven por su desconocimiento. Os sorprendería ver las capacidades de muchos neófitos en el tema.

Este mundo es increíblemente vasto y lleno de posibilidades, no caigamos en la equivocación de juzgarlo en base a valores morales y éticos cerrados que no sean capaces de pararse a valorar los matices. Y tu... ¿Con qué experiencias te has encontrado?


domingo, 13 de julio de 2014

En pocas palabras // In a few words

He aprendido que de acuerdo con ciertos juegos de edad, una baby girl es pura inocencia en su mente, y por eso mismo tienes que enseñarle lo que quieres usando un lenguaje, una forma o manera que pueda entender. Tu baby girl no es sólo un juguete lleno de vicio… Ella es una pequeña princesa y ella necesita amor, cuidados, comprensión, y algunas veces necesitará ser corregida por tu mano, pero siempre le dirás cuanto la amas.

Sólo tómate unos segundos para pensar en estas palabras… Si les das una oportunidad, encontrarás una baby girl obediente, preciosa y deseosa de hacer feliz a su Daddy, porque Él es la persona que más ama en el mundo.

**This is my first text in English for tumblr, sorry for my mistakes. I hope you enjoy it!**

I have learnt that according to certain age play, a baby girl is purely innocent in her mind, and because of that you have to show her what you want in a manner and language that she can handle and understand. Your baby girl is not a lustful toy, She is a little princess, and she need love, care, understanding, and sometimes she’ll need to be correct by your hand, but you’ll always tell her after that how much you love her.

Just take a few seconds and think about this words… If you give them a try, you’ll find an obedient, precious little girl willing to make happy her Daddy because He is the thing that most love in all the world.


viernes, 25 de abril de 2014

Lo que tu dulzura esconde...


Desde el instante en que te vi una sonrisa afloró a mi rostro y detrás de ella la promesa de muchas más. Tú, con tu madurez e inteligencia separabas tus pequeños labios rosados para derramar tu candidez infantil en cada gesto, y Yo con mis grandes y firmes manos me deleitaba en tirar de tus coletas para llamar tu atención cuando mirabas a la nada, cuando tus frases se quedaban en el aire con esos ojos grandes y curiosos enmarcados por pestañas infinitas puestos en el horizonte.

Nuestra relación no puede describirse de ninguna forma comprensible para muchos, no creo que muchos hayan sentido ese deseo protector de esconderte en su pecho cada vez que te abrazaban, quizás no supieron disfrutar de la nenita caprichosa que daba toquecitos incómodos buscando atención y cuidados, o quizás es que no tuvieron la suficiente mano firme para enrojecer tus nalgas cuando te volvías insoportable por una simple caricia que escondía el tímido deseo de un contacto más intenso...

Yo que te he vestido y te he desnudado de tus ropas en tonos rosas y blancos, de pijamas y accesorios de lolita que causaban miradas de extrañeza, que he pervertido tu inocencia y he sacado a la niña puta y complaciente que por una piruleta saciaba con su lengua las partes más intimas de mi cuerpo, yo me considero afortunado.

Afortunado de malcriarte con dulces y caricias, de castigarte de cara a la pared y azotarte hasta que tu labio temblaba, tu mirada se tornaba húmeda sollozante, y de mimarte luego y recompensarte en cada logro, de sonreír de forma casi constante por tus ocurrencias y tu felicidad perfecta y sincera, que quizás para otros era nimia y tonta, pero para mi un autentico tesoro. 

Afortunado de cada papi que brotaba de tus pequeños y rosados labios y de esos pequeños besos antes de quedar dormida abrazada sobre mi pecho. 

Cada cosa en su momento... cada cosa en su lugar



Me declaro un fanático del orden... aunque dentro del caos que a veces me atrapa pueda encontrarlo igualmente, nada me parece más importante que un "juguetero" correctamente ordenado y clasificado. Nunca se sabe cuando vas a necesitar el instrumento adecuado, cuando vas a sentir la necesidad o el deseo de utilizar este o aquel juguete, si la niña va a portarse mal y vas a amordazarla... o ya de por si la simple necesidad de evitar esas pausas que destrozan la líbido cuando necesitas echar mano a los preservativos. Por todos estos motivos y más considero fundamental y recomendable un cajón amplio y clasificado casi alfabéticamente de forma obsesiva. He dicho!