Vivimos en un mundo donde nos ahogamos en vasos de agua la mayor parte de las veces. Nos surgen situaciones que si que es verdad nos desbordan, otras tantas son realmente menos nocivas de lo que pensamos.
Lo que yo interpreto como verdad en todo este asunto, es que todos los hechos que nos suceden son neutros hasta que nosotros mismos les damos un valor, es decir "esto es bueno porque..." ó "esto es malo porque..." Y realmente nosotros tenemos la clave para hacer que los hechos no trasciendan más allá de lo que estimemos necesario sentirlos. Pongamos un ejemplo para esclarecer estas lineas tan densas:
"Resulta que Fulanita me llamo el otro día, cariacontecida y muy pero que muy alterada. Estuvo media hora mareándome y al final la única conclusión a la que me hizo llegar es que lo nuestro se acabo. Estoy hecho polvo, no me lo esperaba, yo que estaba tan feliz y tan agusto con ella. ¡En que he fallado oh Dioses, oh musas! ¿No soy lo suficientemente bueno para ella? ¡De ninguna manera ella no es lo suficientemente buena para mi, estaría bueno que encima me culpara de algo que no he provocado yo!
(Este discurso se pronuncia durante 53 horas y media sin contar los descansos para ir a mear)
Con este sardónico, irónico o burlón ejemplo, voy a explicáros el quid de la cuestión a tratar.
El ser humano no solo se empeña en etiquetar los acontecimientos que se atraviesan en sus vidas, sino que además vive constantemente victimizado por su ego, y su mente no es sino una insidiosa colaboradora en el desastre de lo cotidiano o de lo no cotidiano. Que quiero decir con esto... quiero decir que vivimos aferrados a acontecimientos pasados que como su propio adjetivo indica, son pasados o bien a acontecimientos futuros que como su propio adjetivo indica no han sucedido o bien sabe Dios o el Papa (su relaciones públicas) si sucederán. ¿Que es lo que ocurre? ¿De verdad necesitamos lastrar nuestras vidas (de tiempo limitado) con estas elecciones?
A modo de alección y de ánimos os diré que siendo uno consciente de dichas elecciones, puede ser no solo el problema, sino también la solución para atajar innecesarias jaquecas y vivir el presente que queramos vivir. No estoy diciendo con esto que ahora todo sea jauja y tengamos la panacea en nuestras manos, únicamente quiero decir que podemos elegir que hacer con los hechos, como sentirlos, como atravesar esos caminos que se abren, de una manera responsable para así no caer en la facilidad de "culpar a la vaca" (culpar al vecino que tira colillas al patio, culpar a la novia que nos deja sin venir a cuento, culpar a Dios, culpar al gato y culpar a quien queramos menos a nosotros mismos) pero yendo un paso más allá, la culpa no existe, existe la responsabilidad, y eso es algo que valga la redundancia es responsabilidad nuestra.
En tus manos esta Frodo Bolsón, parte pero parte sin demora, corriendo, deprisa, audazmente insensato, sin demora, mueve el culo, sin excusas, HAZLO AHORA NO MAÑANA.
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