Ensoñación #001 - Bienvenida a casa.

La mujer llegó a la habitación del hotel, sobre la cama un sobre, al lado un paquete,  la mujer abrió el paquete y en su interior pudo ver un conjunto de lencería negra a juego con unos tacones, luego cogió el sobre y de el cayó una nota y en la nota unas breves pero intensas líneas que decían así:

Finalmente aquí estás, has recorrido un largo camino, tus zapatos están desgastados, los tropiezos y las vivencias te hicieron dar algún que otro traspiés  pero siempre caminaste erguida y decidida ante lo que se te presentara en tus viajes. Recorres una gran distancia para entregarte a mi, para darme ese gran regalo, siento orgullo y felicidad por ello, la paciencia y mis deseos más íntimos han cobrado finalmente la forma de una bella flor, esa fruta prohibida tiempo atrás, ahora al alcance de mi mano para darle el primero de muchos bocados. Yo también quiero hacerte un regalo, y supongo que habrás hecho todo a la inversa de lo que haría la gente normal, y has abierto el paquete antes de leer la nota.  Es lo que me gusta de ti, cuando te comportas como una niña con toda la naturalidad de tu ser. Póntelo y espera, tu verdadero Regalo, llegará pronto, ansioso y dispuesto para al fin... poder pecar para el resto de tus días a sus pies.

Ella miró alrededor de la habitación, estaba calmada, no había nervios,  solo felicidad. Vio un rincón en una esquina de la diáfana habitación iluminada, y sencillamente se sentó, y dejando al descubierto los encantos de su nuevo regalo, aguardó como una hermosa y sumisa estatua, mientras el tiempo pasaba con cada latido de su corazón, y ella únicamente esperaba a Su llegada.